Marc Castellnou es ingeniero forestal, presidente la fundación de ecología del fuego y gestión de incendios Pau costa Alcubierre (FPC), además de jefe de los grupos de apoyo en actuaciones forestales (GRAF) de los bomberos de la Generalitat de Cataluña.

Marc Castellnou es ingeniero forestal, presidente la fundación de ecología del fuego y gestión de incendios Pau costa Alcubierre (FPC), además de jefe de los grupos de apoyo en actuaciones forestales (GRAF) de los bomberos de la Generalitat de Cataluña.

Los expertos reconocen a Castellnou como especialista de referencia en la materia a nivel español e internacional. Formó parte del equipo enviado por la Unión Europea para asesorar al Gobierno de Chile durante la crisis de incendios que sufrió el país a principios de 2017. Fue elegido uno de los 12 miembros de una comisión independiente que analizó el origen, las características y las dinámicas de los incendios que ardieron durante una semana y causaron 64 muertes en Portugal ese mismo año. Entre todos sus años de experiencia, ha participado como apoyo en numerosos fuegos por todo el mundo, “España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Estados Unidos, Chile, Argentina, y en el norte: Irlanda, Inglaterra, Noruega y Alemania”.

Además, preside la fundación Pau Costa Alcubierre (FCP) que nació en 2011 como una plataforma de información sobre gestión de incendios forestales, a la vez que como un instrumento de difusión e investigación en lo que él llama la “ecología del fuego”.

Usted es conocido como una de las personas que más sabe en España de incendios forestales y como un "experto de la Unión Europea" en el sector. Su experiencia y recorrido le han llevado a ser jefe de los GRAF, pertenece al Sistema de Protección Civil de la UE y ha sido requerido por varios países y organismos como asesor. Además, hace cinco años tuvimos la oportunidad de entrevistarle, ¿cómo ha desarrollado su andadura profesional en este último lustro?

En este último lustro ha habido una gran expansión a todos los niveles, hemos podido trabajar y entender mejor no solo a nivel nacional como está cambiando el paradigma, sino a nivel internacional, el cambio climático ha supuesto un nuevo orden en el que hay que saber adaptarse y actuar. Por supuesto, se han unificado y puesto en común las mejores maneras de actuar, por lo que el mismo mensaje llega a más lugares y se puede actuar de manera más conjunta y coordinada.

La vez anterior que le pudimos entrevistar se mencionó que la mayor parte de su tiempo se ocupaba en oficinas y despachos más que en la propia montaña. ¿Se ha acrecentado más esa situación debido al impacto como figura internacional en la que se está convirtiendo como referente de los incendios forestales? Respecto al “trabajo de campo” … ¿sigue pudiendo trabajar activamente?

Por suerte, con el paso de estos cinco años también ha podido ir creciendo el equipo en el que trabajamos, lo que me ha permitido poder operar tanto en oficinas como en la montaña, que es lo que más me gusta. Ahora mismo puedo trabajar en los dos ámbitos y aunque siga interesándome más por el trabajo de montaña puedo realizar ese trabajo en oficinas y despachos gracias a la colaboración de todo el equipo.

En España usted le ha dado gran visibilidad a los incendios de sexta generación. ¿Qué define a un incendio de este tipo? ¿Han aumentado este tipo de incendios en los últimos cinco años? ¿Cree que la tendencia irá en aumento? ¿Qué medios se deben aplicar para que estos se reduzcan?

Son los incendios más grandes, más intensos y rápidos debido a los factores provocados por el cambio climático en nuestros ecosistemas, que están acostumbrados a otros climas que no son el actual, que tiene menos lluvia entre otras cualidades. Este tipo de incendios se están convirtiendo en la nueva normalidad y esta tendencia irá en aumento hasta que comprendamos que nuestros bosques no están adaptados para este nuevo clima, y hasta que no cambie nuestro ecosistema, estos se seguirán sucediendo; por supuesto que va en aumento, solo hay que ver los incendios que se están sucediendo ahora en Grecia.

No existe un medio que se pueda aplicar para que estos incendios se reduzcan, como ya he mencionado, la única solución es que nuestros bosques deben adaptarse, no sirve tener una mentalidad de preservación de nuestros actuales bosques cuando el propio ecosistema está cambiando, hay que irnos adaptando al nuevo paradigma para poder evolucionar y reducir los incendios que suceden por este cambio climático.

Focalizándonos en España… ¿Qué zonas tienen mayor probabilidad de sufrir un incendio de sexta generación? En que escala valoraría que ha aumentado esta probabilidad y, de ser así, ¿debido a qué factores?

Las zonas que tienen mayor posibilidad de sufrir estos incendios son Cataluña, la Comunidad Valenciana, Aragón, Cantabria… prácticamente en todas partes, el problema está en que nuestro ecosistema no está adaptado a este cambio climático. Si bien es cierto que las zonas del norte de España sí se pueden ver más afectadas debido a las características de los biomas de sus bosques de montaña, todas las zonas a nivel nacional tienen riesgo de sufrir estos incendios.

En la entrevista de hace 5 años, se mencionó que España había colapsado en algunos incendios forestales menores al que ocurrió en Chile. Viendo que nuestra participación a nivel internacional tiene un buen impacto, como se ha podido ver en los incendios de este año en Canadá, ¿en qué aspectos cree que hemos mejorado para poder dar soporte en las emergencias internacionales en las que participamos? ¿Qué aspectos necesita España para mejorar a nivel nacional? ¿Estos aspectos permitirían una participación aún más activa en las emergencias internacionales?

Hemos mejorado significativamente en nuestros conocimientos, ahora manejamos muchísima más información y estamos más unificados a la hora de actuar, lo que agiliza los procesos y permite actuar de manera más rápida y eficaz.

Para mejorar a nivel nacional España necesitaría mayores y más consensuadas políticas forestales, si bien no existe al mismo nivel el problema de hace cinco años de que las diferentes comunidades actuaban por libre, pues ahora estamos más unificados, es necesario que haya unas políticas forestales establecidas y más desarrolladas. Otro punto a tener en cuenta sería una regulación de la España vaciada, la cual está afectando enormemente a la hora de que ocurran más incendios y estén más desprotegidas una gran cantidad de zonas, ya sea por abandono o escasez de personal.

El aspecto que permitiría una participación aún más activa en las emergencias internacionales sigue siendo el conocimiento que poseemos y seguir desarrollándolo e incrementándolo, con el fin de saber y poder actuar basándonos en la experiencia y estos conocimientos ya adquiridos.

Si el porcentaje de riesgo de incendio cambia y la temperatura y climatología se hacen más adversas, nosotros debiéramos cambiar con ellas. ¿Cómo se deben afrontar los retos que supone estos posibles cambios aunados a la sexta generación de incendios?

Hay que entender que estos incendios cambian el ecosistema, que, por tanto, no sirve preservar estos cuando no son capaces de cambiar a la vez que este nuevo clima. Por tanto, hay que ser capaces de olvidar el pasado y nuestros antiguos ecosistemas y adaptarse a los nuevos, de este modo se sufrirán menos incendios y tendremos un ecosistema acorde a este nuevo clima.

Y en lo que respecta a los medios móviles, ¿Cómo consideraría el avance en materia de vehículos de extinción de incendios y qué características especiales se han desarrollado con mayor eficacia para adaptarse a este nuevo paradigma?

El avance ha sido positivo, pero en esta ocasión no se trata de una cuestión de recursos materiales, en ese aspecto estamos bien provistos, lo que se necesita para adaptarse es una nueva manera de pensar, menos conservadora y más centrada a adaptarse a los nuevos cambios que ya han llegado, ya que no querer adaptarse y actuar como se ha hecho hasta ahora no dará una solución a largo plazo.

¿Cuánto le cuestan a nuestro país los incendios forestales? ¿Este gasto va en aumento? ¿Qué medidas de prevención podrían ayudar a minimizar o evitar estos costes?

No sabría dar una cifra exacta, pero sin duda va en aumento.
La medida de prevención que ayudaría a minimizar estos costes sería sin duda la gestión de territorios, pudiendo actuar de una manera preventiva antes de que ocurriese cualquier incidente.

En perspectiva, tras cinco años desde la anterior entrevista, y siendo una pregunta que se puede analizar desde la perspectiva. ¿Siguen siendo, a su juicio, las mismas debilidades de los servicios de extinción de incendios en España respecto a otros países en los que ha participado activamente, es decir, seguir siendo autonómicos? ¿Y nuestra fortaleza sigue siendo nuestra experiencia, o hemos podido aumentar el número de puntos fuertes?

Actualmente no lo consideraría una debilidad ya que estamos mucho más unificados, es de hecho, actualmente una de nuestras mayores fortalezas ya que nos ha dado diferentes experiencias que hemos podido transformar en un conocimiento útil para nosotros y para el resto. Sin duda, nuestra experiencia es uno de nuestros puntos más fuertes.

La Fundación Pau Costa, que usted preside, ha seguido creciendo junto a usted a lo largo de todo este tiempo. ¿Se mantienen las mismas líneas centrales del trabajo de la fundación, o las han podido ampliar? ¿Cómo prevé que se desarrolle la Fundación en los próximos cinco años? ¿Y usted?

Podría considerarse que han ido aumentando, el proyecto ha evolucionado favorablemente y eso ha permitido que la Fundación continuase creciendo y mejorando cada vez más. Espero que dentro de cinco años la Fundación haya continuado con ese crecimiento y pueda seguir desarrollándose. En cinco años yo espero poder seguir realizando mi trabajo, aunque con una menor intensidad, y así poder ir dejando paso a generaciones más jóvenes, no solo en el trabajo de campo sino en todos los aspectos.