PANTER FORZA
  • Facebook
  • Twitter
  • Google+
  • LinkedIn
  • Compartir:
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en LinkedIn

Los carroceros se convierten en una especie de sastre a medida a la hora de trabajar con estos vehículos. Mientras los vehículos contraincendios siempre se han mantenido en cifras de producción cercanas a las 100 anuales, el transporte sanitario requiere una media de 1.200 unidades al año.

España cuenta con un grupo muy completo de carroceros que responden eficientemente a las necesidades de nuestros servicios de emergencia. La falta estandarización de los vehículos ha forjado en el carrocero nacional la etiqueta de “sastre a medida” hecho que sólo ha podido ser mantenido de una forma sostenible con un impulso de la innovación y la mejora de los procesos productivos.

Las cifras de matriculación de los vehículos contraincendios (todos aquellos que se han clasificado como 2046 /2146 / 2246 según el Anexo II del Reglamento General de Vehículos) y las ambulancias (clasificadas al matricular como 1043) son registradas y analizadas desde hace muchos años en ASCATRAVI.

En los dos sectores de vehículos de emergencia encontramos diferencias muy notables. Las más significativas son sin duda el volumen de matriculación y la estabilidad del mercado.

El vehículo contraincendios se ha mantenido siempre en unas cifras de producción cercanas a las 100 unidades al año. Probablemente haya muchas razones de carácter económico para caracterizar esta cifra, pero si nos centramos en otro tipo de razonamientos diríamos que afecta mucho el hecho de que no existe un plazo que limite la vida útil de un vehículo. También que el coste por unidad es muy elevado y puede complicar muchos presupuestos. En tercer lugar, la atomización de los organismos que compran vehículos, donde los recursos y criterios difieren por regiones, hace que el mercado este aparentemente contraído.

El transporte sanitario, por el contrario, es un mercado que necesita de una media de 1.200 nuevas unidades al año. Es un sector regulado de manera que la legislación establece que la vida útil de una ambulancia es de un máximo de 10 años. Las empresas titulares o concesionarias del servicio tienen una estructura de grandes empresas o agrupaciones de transporte sanitario a nivel autonómico (5 empresas concentran el 35% de todo el servicio) de manera que el vehículo es una herramienta de trabajo que entra dentro de un plan de negocio con un periodo de amortización.

Este modelo provoca que en determinados años se genere una caída brusca de producción ya sea por la falta de licitaciones, por la bolsa de vehículos que disponen las grandes empresas o ambas. Cuando esto ocurre lo que se genera es mucho estrés a los fabricantes porque no es fácil dimensionar una fábrica cuando uno de tus principales mercados se contrae al 50%.

En cuanto a cifras concretas, el primer semestre del año 2023 nos ha dejado unas cifras de matriculación récord en el sector de la fabricación de vehículos carrozados, algo que se ha extendido a los vehículos contraincendios que han pasado de matricular alrededor de 100 unidades por semestre en 2021 y 2022 a matricular más de 150 unidades en este 2023. Las ambulancias han retomado la senda de la estabilidad con la matriculación de más de 700 vehículos.

Y es que los fabricantes de chasis han recuperado ritmo y se han hecho entrega de vehículos para operaciones que estaban cerradas desde hace más de 12 meses y a su vez también se han entregado chasis que han llegado a nuestras fábricas en menos de 4 meses. Todo ha llegado en 2023.

La estabilidad en la producción de este tipo de vehículos es una garantía de que los servicios de emergencia disponen de las herramientas adecuadas para el contexto actual, donde la seguridad y el respeto al medio ambiente son requisitos para usuarios y ciudadanos.

Por desgracia, la concentración de emergencias climáticas en este año en nuestro país y en general en todos los países europeos está influyendo mucho en los planteamientos de todas las administraciones e incluso en el conjunto de la Comisión Europea donde ya se habla de planes de actuación conjunta, lo que debe provocar una mayor demanda de vehículos.

Redacción: Salvador Nuñez Bustos, secretario técnico ASCATRAVI.

ASCATRAVI representa a nivel nacional tanto a los carroceros que hoy en día son fabricantes de segunda fase, como aquellos que reparan, reforman o transforman carrocerías para los diferentes Servicios de Emergencia. Si necesitas compartir tus dudas o contactar con empresas especializadas en vehículos de servicios de emergencia, no dudes en entrar en su web

  • Compartir:
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en LinkedIn