PANTER FORZA
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Seis tipos de vehículos aéreos de diferentes características están desplegados por toda España para prestar ayuda en caso de incendio, así como especialistas que colaboran con estos medios.

Uno de los factores clave en las tareas de extinción de incendios es el despliegue de medios aéreos.  El apoyo de vehículos como aviones o helicópteros permite acelerar las labores de sofoco de las llamas, localizar y examinar puntos geográficos a vista de pájaro, transportar a los equipos de emergencias o trabajar en puntos cuyo acceso pondría gravemente en peligro a los cuerpos de bomberos.

En un año en el que España se mantiene como el país europeo más afectado por los incendios forestales, con más de 73.500 hectáreas quemadas, destacamos las labores de extinción de incendios realizadas vía aérea. Una de las actuaciones más acentuadas que se han realizado con estos equipos en la campaña estival ha sido la intervención en el incendio forestal de Tenerife. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico mostró su apoyo con el respaldo de cinco helicópteros y cinco aviones que desempeñan diferentes funciones.

Medios aéreos en España
En todo el territorio nacional hay seis tipos de transportes aéreos desplegados para participar en misiones de extinción de incendios. Aunque sus principales funciones son el lanzamiento de agua y retardante, la coordinación, la observación y el transporte de personas, tienen diferentes características y peculiaridades:
 
Avión Anfibio Tipo 1 (FOCA): Este avión turbohélice está diseñado para intervenir en incendios forestales y su uso es muy popular en países mediterráneos. Con un depósito de capacidad entre los 5.500 L y 6.000 L, su naturaleza anfibia le permite cargar agua directamente del mar, embalses o ríos. Actualmente hay ejemplares en A Coruña, Albacete, Zaragoza, Salamanca, Madrid, Badajoz, Málaga y Mallorca.
 
Avión Anfibio Tipo 2 (ALFA): Los anfibios de capacidad media son aviones de un motor turbohélice también preparados para actuar en incendios forestales. Son muy versátiles y puedes descargar agua sola o mezclada con aditivos, espumas o retardantes. En España, son propiedad de empresas privadas y su contratación se realiza durante tres meses en la campaña de verano.
 
Avión de Carga en Tierra (TANGO): Se trata de un avión de carga en carretera que necesita disponer de un aeródromo o aeropuerto para cargar sus depósitos de agua. Son medios eficaces en los incendios por su capacidad de emplear retardante de largo plazo. Corresponden a entidades privadas y el MITECO los contrata en la campaña estival.
 
Aeronave de Coordinación Tipo 1 (ACO): Son aviones de coordinación y observación que actúan en operaciones de vigilancia, observación de fuegos, transmisión de imágenes y labores de coordinación con otros medios aéreos. Capturan y transmiten imágenes georreferenciadas y parametrizadas a las Unidades Móviles de Análisis y Planificación, a las centrales de mando de las comunidades autónomas y al Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales.
 
Helicóptero Bombardero Tipo 1 (KILO): El bombardero pesado cuenta con biturbina con helibalde o depósito ventral con una capacidad mínima de 4.500 litros. Cabe destacar que no están habilitados para el transporte de personal. Disponen de un equipo de inyección, lo que les permite desplegar agua sola o mezclada con aditivos. Pertenecen a empresas privadas y operan bajo contrato.

Helicóptero Bombardero Tipo 2 (MIKE): El helicóptero medio de transporte brigadas y lanzamiento de agua se encarga de transportar a las BRIF y apoyar su trabajo con descargas de agua. Tiene una autonomía de vuelo de dos horas y en velocidad de crucero alcanza los 200 km/h. Son propiedad de compañías privadas y en la campaña de verano se dispone de 19 ejemplares.
 
Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales
Pese al soporte vital que prestan los aviones y helicópteros, el componente humano resulta de extrema importancia. No hay que olvidar que los vehículos de emergencias, la tecnología y todas las herramientas innovadoras existentes no tendrían cabida sin la mano de obra. Para su correcto funcionamiento se necesita personal altamente cualificado, así como equipos con la formación adecuada que trabajen directamente con los medios aéreos. Un buen ejemplo de ello son las BRIF.

Las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) fueron creadas en 1992 debido a los grandes incendios que asolaron el país a finales de la década de los ochenta y primeros de los noventa. Para su gestación se tuvieron en cuenta los Hot Shot Crews de Estados Unidos. Estas unidades son helitransportadas y están altamente especializadas en la extinción de incendios. Prestan sus servicios en todo el territorio nacional y en estos momentos hay diez BRIF listas para la acción que están repartidas por toda la geografía española.

Siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, estas brigadas se desplazan hasta los puntos de emergencia mediante sus helicópteros, vehículos con los que trabajan conjuntamente en el lanzamiento de agua. Las BRIF siempre se mantienen unidas a los helicópteros, exceptuando los periodos nocturnos y repostajes o paradas obligatorias.

La característica principal de estos equipos es su alta especialización, pues desempeñan su labor en situaciones de alta exigencia. Tienen la posibilidad de desarrollar su función con diferentes medios aéreos, maquinaria de tierra y vehículos autobomba. Además, cuando la intensidad del fuego se lo permite, sofocan directamente las llamadas. Si esta vía no es posible, trabajan en ataque indirecto mediante líneas de defensa. Del mismo modo, están habituadas al uso de fuego táctico.

Cuando los incidentes ocurren en los aviones
Desde hace décadas los medios aéreos son una de las herramientas más recurridas y eficaces en el conjunto de la sociedad, pero ¿qué ocurre cuando son estos los que sufren accidentes? Hablamos con Javier Tejedor, especialista en operaciones aéreas e incendios.
 
Durante más de tres décadas, Tejedor ha ocupado diferentes puestos como responsable de mantenimiento y verificación de instalaciones y sistemas portátiles contra incendios, responsable operativo de formación o jefe de equipos de rescate. Actualmente desarrolla su actividad profesional en el parque de bomberos de la base aérea madrileña de Torrejón de Ardoz, donde ocupa el cargo de jefe de Guardia. Principalmente se encarga de su planificación y coordinación, administrando y dirigiendo medios durante el Plan de Emergencia en caso de incidente o siniestro aéreo.
 
¿Cuál es el objetivo principal de los Servicios de Rescate y Contra Incendios (SRCI) en la Fuerza Aérea española?
Centrándonos concretamente en los Especialistas Contra Incendios de los parques de bomberos de las quince bases aéreas distribuías en nuestra geografía nacional, tienen como objetivo principal crear condiciones de vida en caso de accidente o incidente de aviación. Esto es, ante un siniestro, combatir y controlar el incendio mayor asegurando el área crítica de la aeronave, proteger las salidas usadas por los ocupantes y, finalizada la evacuación, entrar y verificar para sofocar los incendios internos, ventilación, chequeo y rescate si hay víctimas que no pudieran salir por sus propios medios. Todo ello se consigue con una adecuada formación diaria en los parques donde esta preparación no solo es realizada al comienzo de su formación, sino en sus destinos a lo largo de su permanencia en ellos.

Es evidente que la falta de siniestros debe suplirse con el adecuado entrenamiento y constantes simulacros, que son la manera más certera de poner a prueba la eficacia de los mecanismos de emergencia o los tiempos de respuesta para lograr que, tanto el personal como el material, puedan hacer frente a un siniestro importante cuando surja la necesidad. 
 
Por otra parte, aquellas unidades que no dispongan de aeronaves, tales como Unidades, Centros u Organismos (UCOS), deben contar con un SRCI para hacer frente a las emergencias e incidencias que, en su ámbito de actuación, pudieran producirse en sus instalaciones. Con independencia de lo anteriormente expuesto, toda UCO podrá solicitar el apoyo de medios externos para que estos colaboren. Esta colaboración es recogida en los correspondientes Planes de Emergencia de dichas Unidades. 

¿Existen diferencias respecto a los Servicios de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEIS) del ente público de AENA?
Los objetivos, las rutinas y métodos en nuestro trabajo son muy particulares y difieren por su propia naturaleza de manera muy notable de nuestros homólogos de los SSEI de AENA. Aunque ambos puestos o cometidos requieren de un trabajo en situaciones de peligro y alto riesgo, conllevando un estrés añadido en las actuaciones de tensión y especialmente críticas como son las actuaciones con las aeronaves, puedo afirmar que lo más reseñable de manera inequívoca es la tipología de aviones, en concreto con los peligros inherentes asociados con las aeronaves de combate, siendo un trabajo mucho más arriesgado en cuanto a la multitud de dispositivos, cartuchos explosivos, sistemas pirotécnicos, problemas con chaff o bengalas inestables, así como armamento inseguro, asientos o cúpulas eyectables o la peligrosa hidracina.

¿A qué tipología de riesgos os enfrentáis?
La variedad de circunstancias que pueden darse en el aire es enorme, como el impacto por aves (bird strike), enganches en barreras y cables de frenado, problemas de naturaleza sanitaria, interferencias ilícitas, salidas de pista, frenos calientes (hot brakes), fallo en trenes, problemas en motor, incendios y un largo etcétera.

Imágenes de transportes aéreos: MITECO.
El resto de fotografías han sido cedidas por Javier Tejedor y Andrés Magai.

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