PANTER FORZA
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Un registro preciso de cuándo y dónde se envían y reciben las donaciones garantiza que no haya pérdidas durante el transporte, se olvide o se almacene demasiado tiempo.

Zebra Technologies, proveedor de soluciones digitales que permite a las empresas conectar de forma inteligente datos, activos y personas, recuerda con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra el 14 de junio, que los servicios de donación de sangre y las organizaciones involucradas deben pensar en "el seguimiento, la localización y la temperatura" para controlar todo el proceso de donación.

Este año, uno de los objetivos del Día Mundial del Donante de Sangre es llamar la atención sobre la importancia de movilizar el apoyo a escala nacional, regional y mundial de gobiernos y socios para invertir, reforzar y mantener los programas nacionales de donación de sangre. Como el nivel de donaciones no es regular, cada bolsa debe protegerse para garantizar que no se pierda ni se desperdicie.

Wayne Miller, director de Healthcare de Zebra Technologies en Europa, Oriente Medio y África (EMEA), trabaja con líderes sanitarios "para garantizar que todos los productos sanguíneos y plasmáticos aceptados sigan estando disponibles durante todo su ciclo de vida". "No podemos permitir que un etiquetado, manipulación, almacenamiento, registros, rotación o temperatura inadecuados impidan que la sangre y el plasma donados se distribuyan a quienes los necesitan", asegura.

Seguimiento y localización

El Royal Children's Hospital de Melbourne (Australia) mejoró la seguridad de sus pacientes gracias a actualizar su tecnología de escaneado y aumentar la eficacia de su proceso de escaneado de sangre basado en códigos de barras. Asimismo, el banco de sangre neerlndés Sanquin creó una solución a prueba de fallos para el etiquetado de productos sanguíneos gracias a la actualización de una impresora. En general, a los bancos de sangre les resultó mucho más fácil conservar los hemoderivados tras colocar indicadores de temperatura en cada bolsa.

Es importante que las donaciones estén correctamente etiquetadas en el punto de donación, ya que esto garantiza su seguimiento y el del donante. Junto a la aguja, los viales y las bolsas de sangre se encuentran la impresora móvil de etiquetas de códigos de barras, la etiqueta de detección de temperatura y las etiquetas para bolsas de sangre probadas por ISEGA. También se necesita un escáner de códigos de barras o un dispositivo móvil para conectarse al registro del donante. Las etiquetas y los códigos de barras ayudan a garantizar que el traslado de las donaciones a los laboratorios de análisis de sangre se haga de la forma más segura posible, con un registro preciso de cuándo y dónde se envían y reciben las donaciones. De este modo se garantiza que no se pierda sangre durante el transporte, se olvide o se almacene demasiado tiempo.

Si la muestra de sangre se considera segura y aceptable, las bolsas donadas se pueden etiquetar conforme a la norma mundial ISBT 128. Tanto las etiquetas primarias como las secundarias colocadas deben incluir un número de identificación de la donación (NID) impreso para permitir el seguimiento vena a vena. Una vez colocadas, sus códigos de barras se pueden escanear, analizar y verificar.

Se crea una nueva cadena de seguimiento cuando se vinculan la donación de sangre y el paciente receptor, a través de los datos almacenados en las bolsas de sangre y en el historial clínico electrónico (HCE) del paciente, a los que se accede fácilmente escaneando su pulsera.

Temperatura

"El seguimiento y su capacidad no son lo único que hay que tener en cuenta: mantener la temperatura correcta vena a vena es esencial", recuerda Miller. "Las bolsas de sangre que se dejan desatendidas o expuestas a altas o bajas temperaturas pueden comprometer su calidad. Si hay alguna duda sobre la viabilidad de la sangre, quedará inutilizada y se desperdiciará", destaca.

Afortunadamente, se están creando nuevos sistemas de transporte que controlan la temperatura. Por ejemplo, el uso de una combinación de bolsas aislantes para el traslado de sangre, etiquetas con códigos de barras, etiquetas y lectores de identificación por radiofrecuencia (RFID) y sensores electrónicos de temperatura permiten hacer un seguimiento de las donaciones en la expedición, en el tránsito y en el punto de recepción en el laboratorio. Un sistema RFID pasivo lee las etiquetas de los viales de sangre en cada etapa de la cadena, y un sensor electrónico de temperatura, situado en el bolsillo de la bolsa de transporte de sangre, registra los datos de temperatura cada minuto. Los datos se leen en el momento de su recepción en el laboratorio, se transfieren a la nube y se accede a ellos a través de los paneles de los móviles y ordenadores.

"El personal del laboratorio puede ver con precisión y rapidez si se ha mantenido la temperatura correcta y pasar o no la donación a la siguiente fase, lo que significa que no se pierde tiempo y se reduce la posibilidad de errores o riesgos, que es lo que necesitan los servicios de sangre y plasma demandados y lo que merecen los donantes y los pacientes", según Wayne Miller.

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