El pasado 30 de noviembre los trabajadores del transporte sanitario de Madrid -tanto urgente como no urgente- llevaron a cabo una gran concentración en la Puerta del Sol de la capital. Ahora, han convocado cuatro jornadas de huelga: los profesionales a bordo de las ambulancias están llamados a hacer un parón en su actividad los días 4,5 9 y 10 de diciembre. El objetivo, explican desde UGT, es aumentar la presión sobre la patronal y la Comunidad de Madrid para la negociación de un nuevo convenio colectivo.
UGT considera que la oferta realizada por las asociaciones empresariales del sector es “inasumible” y que intenta “quitar derechos a las personas trabajadoras del transporte sanitario de Madrid”. La patronal quiere luchar contra el absentismo rebajando el complemento de incapacidad temporal, pero establece criterios firmes y obligatorios para todas las empresas en cuanto a prevención de riesgos laborales de sus profesionales, explican desde el sindicato. Tras varias peticiones, las empresas no demuestran las cifras de absentismo consecuencia de las bajas, ya que entienden como absentismo cualquier inasistencia al puesto de trabajo, sin distinguir entre permisos y enfermedades, “por lo que las cifras de las que hablan no son reales”, denuncian.
Rechazo de la propuesta de subida salarial
En cuanto a subidas salariales, las empresas exponen que no pueden asumir aumentos importantes. No obstante, UGT recuerda que acaban de ser adjudicados los concursos públicos y han licitado sabiendo de antemano las peculiaridades de los mismos.
La patronal ha rechazado plantearse un incremento salarial real, limitándose a proponer subidas mínimas. Además, se niega a negociar reivindicaciones básicas como la mejora de los pluses de nocturnidad, la actualización de los complementos por antigüedad, la reducción de la jornada o los pluses de peligrosidad. Como señala Gustavo Gutiérrez, delegado sindical de UGT, las empresas parecen olvidar que el personal no solo afronta riesgos biológicos inherentes a su labor, sino que, debido a las extensas jornadas, “estamos expuestos a muchas otras situaciones, como los accidentes de tráfico”. Tanto sindicatos como trabajadores insisten también en la falta de inversión en seguridad y prevención de riesgos laborales.
Críticas al modelo de gestión
Una parte importante del conflicto, destacan, tiene su origen en el modelo de gestión de la Comunidad de Madrid. La administración regional mantiene externalizados los servicios de transporte sanitario, tanto urgente como programado, licitando contratos que luego adjudica a empresas del sector. En la actualidad, el transporte urgente y uno de los lotes del programado están en manos de SANIR (grupo ALSA), mientras que los demás lotes se reparten entre Ambulancias Tenorio, SASU y Santa Sofía —esta última con dos lotes—. Estas compañías acostumbran a presentarse a los concursos con ofertas muy por debajo del coste real para asegurarse la adjudicación, y más tarde alegan que carecen de fondos para mejorar salarios o la calidad del servicio. Para no ver reducidos sus beneficios, terminan intensificando la precariedad y la explotación de sus plantillas.
“Todas las personas trabajadoras del sector están llamadas a secundar la huelga prevista para los próximos días 4, 5, 9 y10 de diciembre. No dudaremos en seguir convocando periodos de huelga si la patronal de transporte sanitario de Madrid sigue queriendo llenarse los bolsillos a costa de sus trabajadores y trabajadoras”, concluyen desde UGT a través de un comunicado.
Imagen: Comunidad de Madrid.