La UME practica su respuesta ante emergencias tecnológicas

El Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA) ha formado parte de unas maniobras con la finalidad de evaluar y mejorar la respuesta ante emergencias de tipo químico, biológico y radiológico.

El Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA) de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha realizado un ejercicio los días 18, 19 y 20 de marzo en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), ubicado en el campus de La Marañosa. El objetivo de la actividad fue evaluar y mejorar la respuesta ante emergencias de tipo químico, biológico y radiológico.

Durante el ejercicio, el GIETMA desplegó varias de sus unidades especializadas, incluyendo una Sección de reconocimiento NRBQ (Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico), equipada con medios avanzados de detección y un robot controlado a distancia en labores de reconocimiento. Además, se utilizó una estación de descontaminación móvil y el Laboratorio Desplegable de Identificación Rápida (LABIR), que permitió el análisis de las sustancias recogidas en los escenarios simulados.

Durante los tres días que duró el ejercicio, se realizaron simulacros en escenarios diferentes. El primer escenario recreó una fuga de sustancias químicas en una planta industrial en la que los trabajadores resultaron afectados con diferente sintomatología, por lo que se procedió a la activación del GIETMA.

Un robot con detectores químicos confirmó la presencia de agentes nerviosos en la zona afectada. Tras la toma de muestras por un equipo especializado, el LABIR confirmó que se trataba de un precursor del gas Sarín, un agente químico de guerra.

En la segunda jornada, el escenario simuló un laboratorio con posible actividad biológica ilegal. Un equipo de reconocimiento inspeccionó el lugar y tomó muestras ambientales con el muestreador «Biocapture 650» y test de BTA (Biological Threat Agents) y proteínas, detectando la presencia de ricina, una toxina extremadamente peligrosa.

Segunda jornada

Siguiendo las indicaciones del personal del LABIR, el equipo de toma de muestras recogió una cantidad controlada de líquido sospechoso y lo selló en un contenedor para su traslado. Tras el paso de los intervinientes por la estación de descontaminación al salir de la zona contaminada, la muestra fue analizada en el laboratorio, confirmando la presencia de la toxina.

Tercer escenario

El último día del ejercicio se enfocó en un incidente radiológico, en el que se simuló el robo de cuatro fuentes radiactivas, abandonadas en un vehículo, representando un grave riesgo para la población.

Un equipo de reconocimiento radiológico, equipado con trajes de protección, dosímetros y detectores avanzados, realizó una inspección del vehículo y alrededores empleando un detector con pértiga para mantener la mayor distancia posible y minimizar la posible exposición a la radiación. Tras localizar las fuentes, éstas se identificaron como Cesio-137, un isótopo radiactivo. Como parte del procedimiento de trabajo, se encapsularon en un recipiente plomado para contener la radiación y permitir su retirada de forma segura.

Para finalizar, los intervinientes pasaron por la estación de descontaminación, donde se aplicó un procedimiento en seco para evitar generar residuos adicionales.

Conclusiones

El ejercicio fue supervisado por el personal del INTA, responsable de la preparación de los escenarios y la simulación de las sustancias peligrosas. Además, se realizó una evaluación detallada de los procedimientos empleados por el GIETMA con el fin de detectar posibles errores, optimizar la instrucción y actualizar los procedimientos que sean necesarios.

Gracias a estos simulacros, el GIETMA refuerza su capacidad de respuesta ante emergencias tecnológicas y medioambientales, garantizando una actuación rápida, eficaz y segura en situaciones de alto riesgo.

Imagen: UME. UME, UME

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