El pasado 28 de octubre se celebraron las XXV Jornadas Municipales de Catástrofes de SAMUR-Protección Civil en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE).
El evento acogió mesas científicas de nivel y la participación de ponentes de los principales servicios de emergencias de Europa. La conferencia inaugural fue impartida por el jefe de Traumatología de un hospital de Zaporiyia (Ucrania), Maxim Kozhemyaka, quien relató la asistencia en tiempos de guerra y su experiencia personal no sólo como profesional, sino como ciudadano tras el estallido del conflicto armado y la destrucción de su ciudad.
Además, las jornadas contaron con la participación de Jim Ward, director Médico del Servicio de Emergencia Médica (EMS, por sus silgas en inglés) de Escocia, Pierre Carli, presidente del EMS de París, Kuisma Markku, director médico del EMS de Helsinki y Carmen Camacho, subdirectora general de SAMUR-Protección Civil de Madrid.
Experiencia de los EMS europeos durante el COVID
Uno de los temas centrales de las Jornadas fue la experiencia de los sistemas de emergencias durante la crisis del Covid-19 en Europa. Los efectos de la pandemia en otros países fueron expuestos por los directores de los Servicios de Emergencias Médicas (EMS, por sus siglas en inglés) de Escocia, París y Helsinki.
En primer lugar, Jim Ward, director del EMS escocés, trató la resiliencia de un sistema de emergencias que cubre una población de 5,5 millones de habitantes donde, además, el 20% habita en zonas rurales. Con 1300 ambulancias, no es necesario que se dé una emergencia masiva para que el sistema se vea saturado.
Por su parte, Pierre Carli, presidente del EMS de París, explicó el proceso de traslado de pacientes COVID por medios no convencionales. Cuando las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) de la ciudad se quedaron sin espacio, el sistema de salud tuvo que triplicar el número de camas disponibles, hasta que aplicó una nueva estrategia: enviar a los enfermos a otras ciudades al sur y al oeste de la capital francesa e incluso a otros países como Alemania.
La clave del éxito a la hora de transportar a los pacientes fueron los TGV, trenes de alta velocidad franceses. Estos se quedaron vacíos tras el parón que provocó la crisis sanitaria, por lo que era posible utilizarlos. Así, el sistema de emergencias sanitarias parisino creó un auténtico sistema de cuidado con equipos médicos en estos trenes, convirtiendo cada vagón en una pequeña UCI. Se habilitaron diez trenes que permitieron el traslado de 200 pacientes.
En 2021 surgió un nuevo problema: el traslado de pacientes en territorio de ultramar, que durante dos meses fueron trasladados en avión. Las aeronaves se dividieron en diferentes áreas, con zonas de descontaminación y zonas para la tripulación. Aunque este tipo de traslado fue más fácil que el ferroviario, la comunicación con las familias resultó más complicada, para lo que se implementaron protocolos especiales.
Después, Kuisma Markku, director médico del EMS de Helsinki, explicó los métodos de investigación en COVID 19, estudios que se realizaron durante la primera fase de la pandemia para mejorar las prácticas de actuación.
Por último, Carmen Camacho, subdirectora general de SAMUR-Protección Civil de Madrid, trató la ampliación de la cartera de servicios de la formación tras la irrupción de la pandemia. Mientras la demanda asistencial cayó, se dieron otros servicios como la asistencia domiciliaria, los traslados colectivos o las intervenciones en residencias de ancianos. Además, junto a Samur Social, se dio cobertura sanitaria a las personas sin hogar en el recinto ferial Ifema, que más tarde se convertiría en un hospital y después en un centro de vacunación.
Simulacros de catástrofes
El 29 de octubre tuvo lugar un simulacro en la Base Aérea de Cuatro Vientos, que contó con la participación de 1.200 profesionales. En el ejercicio intervinieron todos los servicios municipales de emergencias y de seguridad, así como de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Guardia Civil, SELUR, Samur Social, varios hospitales madrileños y servicios de emergencias de ocho países y de 15 comunidades autónomas.
El simulacro se realizó en tres escenarios diferentes, un hotel, una parada de autobuses y un supermercado, donde se produjeron durante 70 minutos diversas situaciones críticas a cargo de unos terroristas (tiroteos, explosiones o secuestros, para lo que se ha contado con una empresa puntera de efectos especiales) ante las que han tenido que actuar los servicios de seguridad y emergencias participantes, tras activarse la Respuesta Integral ante las Emergencias y Catástrofes del Ayuntamiento, al producirse estas situaciones en el término municipal de Madrid.
El simulacro continuó en los hospitales de Madrid Central de la Defensa, La Paz, Gregorio Marañón, Clínico de Madrid y 12 de Octubre, que continuaron el ejercicio atendiendo al centenar de “víctimas” provocadas en los tres focos y trasladadas por los servicios de emergencias.