¿Qué niño no ha jugado alguna vez con un camión de bomberos o no se ha impresionado al ver uno pasando con las sirenas y rotativos puestos? La imagen de los camiones del FDNY son un ejemplo de todo lo que representa un vehículo de extinción de incendios aparte de su uso profesional. Como dice el refrán, dato mata relato. Vamos con los datos: La flota de vehículos del Servicio de Extinción de Incendios y Emergencias de Las Palmas de Gran Canaria actual tiene una antigüedad media de 22 años. El estado de mantenimiento de los vehículos dista mucho de ser adecuado: camiones con evidentes signos de óxido en el chasis, neumáticos defectuosos, pérdidas de agua en bombas, pérdidas de aire en los circuitos neumáticos, tapizados rotos y falta de mantenimiento en general. Por estas razones, la situación se ha denunciado a la Inspección de Trabajo en varias ocasiones desde el año 2015 hasta la actualidad. Las denuncias concluyeron en varios informes que obligaban al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a evaluar las diversas unidades que tenemos.
En una primera evaluación (fechada en octubre del 2023), realizada a través del servicio de Prevención de Riesgos Laborales, se analizan 9 camiones, prácticamente los más usados. De este informe pueden sacarse las siguientes conclusiones:
Los 9 camiones evaluados son los siguientes: 2 vehículos autoescala (AEA), 1 vehículo de materias peligrosas (NBQ), 3 autombombas Urbanas ligeros (BUL) y 1 autobomba urbana pesada (BUP) y 2 autobomba rural Pesado (BRP); y se constata que, todos los vehículos tienen un nivel de mantenimiento deficiente y graves fallos que afectan a la seguridad de estos:
- Vehículos sobrecargados y suspensiones al límite.
- Falta de engrase en ejes de transmisión y dirección.
- Óxido en diferentes partes de la carrocería techo y chasis que produce goteras dentro del habitáculo en algunas unidades.
- Distintos neumáticos en el mismo eje y neumáticos lisos o con desgaste.
- Tapizados de los asientos rotos.
- Falta de mantenimiento en general en armarios, persianas, equipos ERA mal estibados.
- Pasantes que no anclan bien.
- Luces rotas en varias unidades.
- Radioemisoras que no funcionan.
- Indicadores de los cuadros de mando estropeados: combustible, luces, etc.
- Perdidas de agua en la bomba
- Falta de cinturones de seguridad o asas de agarre.
Todas estas deficiencias se corresponden con unos riesgos evaluados (altos y muy altos) en muchas de ellas: caídas a distinto nivel, cierres de puertas inseguros con posibilidad de accidentes, posibilidad de apertura de pisantes y persianas en marcha, movimientos y caída de herramientas, accidentes por fallos en frenos, árboles de transmisión o dirección, etc. Por ello se requieren una serie de medidas que van desde la redacción y adopción de protocolos de mantenimiento, desinfección y limpieza y procedimientos operativos de seguridad, dotar a los vehículos de anclajes para todas las herramientas, instalar cámaras de visión trasera, dotar a los vehículos de anclajes en los techos, realizar mantenimientos adecuados, revisar y reparar (frenos, transmisión, suspensión, dirección, circuito hidráulico, circuito neumático, etc.), renovar la flota de vehículos, reparar carrocerías, reparar los tapizados interiores, poner cierres homologados de puertas, formar e informar y fomentar la participación del personal, implantar un protocolo de revisiones periódicas de los vehículos, etc. Esta situación ha creado varios problemas graves en el servicio:
- Bomberos accidentados al salir despedidos del camión.
- Unidades estropeadas cada poco tiempo.
- Los dos vehículos autoescaleras no se revisan en las guardias diarias debido a una prohibición de la Jefatura al no haber pasado unas revisiones del carrocero. Solo se usan en caso de urgencia bajo responsabilidad del sargento de turno.
- Inseguridad en los desplazamientos. Algunos componentes del cuerpo han llegado a negarse a utilizar las unidades evaluadas de forma negativa hasta que no se confirme que se han realizado en las mismas las acciones que el departamento de Prevención señala. Ante este hecho no hay ningún documento que acredite las mejoras, por lo que la situación es cada vez más tensa.
- La antigüedad de los vehículos termina afectando al deterioro tecnológico del personal que no está habituado a conducir camiones con nuevas tecnologías: ayudas a la conducción, avisador cambio de carril, etc.
- Por otra parte, cada vez que alguno de los vehículos del Servicio tiene que dirigirse a la ITV obligatoria nos obligan a vaciarlo de agua y quitarle todo el material estibado pesado, para facilitar y a nuestro entender falsear, dicha inspección. Este hecho también ha sido denunciado.
Los últimos vehículos adquiridos por esta corporación son, sin embargo, vehículos de mando y furgonetas de transporte de personal. Algunos de ellos no han sido adquiridos, sino contratados por ‘renting’.
Aunque según noticias recientes se han licitado tres camiones de primera intervención y dos cubas en los últimos meses, estos camiones tardarán en llegar mucho tiempo. Tiempo en el que los profesionales que trabajamos en Las Palmas de Gran Canaria seguiremos arriesgándonos todos los días circulando con vehículos demasiado antiguos y sin un mantenimiento adecuado que son un peligro para los conductores y el resto de los usuarios de las vías.
En la actualidad, el Servicio de Prevención de riesgos del Ayuntamiento está realizando una nueva evaluación de todos los vehículos del Servicio, obligado nuevamente por la Inspección de Trabajo. Estamos a la espera del resultado de esta para poder estudiar los datos.
Redacción e imágenes: Raúl Esclarín Lacoma, cabo SEIS Las Palmas de Gran Canaria con Máster en Gestión y Coordinación en PC y Emergencias para Mandos de Bomberos.
