La Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP) es la asociación profesional de bomberos más grande de España, con alrededor de 20.000 bomberos.
Defiende un servicio de bomberos 100 % público, con funcionarios de carrera y agentes de la autoridad en el ejercicio de nuestras funciones.
En esta reivindicación contamos con el apoyo de la mayoría de las organizaciones sindicales y asociaciones profesionales, algo muy importante de cara a llevar a cabo un proyecto de estas características.
¿Cuándo comenzaron su reivindicación?
Hace ocho años, incluso antes de que llegara yo. En los últimos años todo el movimiento cogió más seriedad para sacar adelante una ley marco básica de coordinación de bomberos en el ámbito nacional. Sin embargo, no tuvimos suerte con la inestabilidad política, con tantas elecciones.
En 2018, realizamos la primera manifestación: participaron alrededor de 6.000 personas, 5.000 según la Delegación de Gobierno. En 2019 hicimos otra, en la que rozamos los 10.000 participantes. En 2021 y 2021 sufrimos la pandemia de covid.
En mayo de 2022 convocamos otra manifestación para retomar el contacto con los compañeros y recordar nuestra reivindicación a los gobernantes. Aunque tuvo menos afluencia, ayudó a que se desbloqueara el periodo de enmiendas y que los grupos políticos votaran la elevación del documento a la convocatoria de la ponencia necesaria para tratar todas las enmiendas que presentaron.
Pasaron los meses y llegamos a diciembre, cuando avisamos que o se convocaba la ponencia o saldríamos a la calle otra vez… y de manera no tan amistosa, señalando al Ministerio del Interior, principalmente, y a los grupos nacionalistas.
El pasado 16 de mayo organizamos una manifestación masiva en Madrid a la que acudieron alrededor de 5.000 personas, que ha tenido mucha repercusión mediática y ha supuesto una recarga de pilas para seguir adelante.
¿Cómo se desarrolló en el ámbito parlamentario?
En su día se elaboró un texto muy profesional con la ayuda de los especialistas de los diferentes grupos políticos. Era poco técnico y estaba lejos de ser perfecto, pero establecía conceptos básicos.
Se ofreció a todos los grupos políticos porque queremos que tenga consenso, pero al final lo registró Unidas Podemos en 2018. A nosotros nos da un poco igual quién lo haga, siempre que la ley salga adelante. Sin embargo, se convocaron elecciones y la legislatura terminó.
En 2019, Unidas Podemos volvió a registrar ese documento. Para nosotros había quedado algo obsoleto, porque los compañeros habían realizado muchas aportaciones para mejorar el texto y queríamos adelantarnos al posible periodo de enmiendas de otros grupos políticos, pero no se tuvieron en cuenta.
Después, conseguimos que el PSOE y Unidas Podemos incluyeran esta iniciativa en su programa de gobierno. Sin embargo, nos encontramos con 20 meses de paralización: cada mes iban prorrogando el periodo de enmiendas. Es la proposición de ley que más largo ha tenido este proceso.
¿Cómo les ha afectado la convocatoria de elecciones generales?
Ha sido un jarro de agua fría, pero vamos a afrontar la situación con positividad. Nosotros somos bomberos y nos adaptamos a las circunstancias.
Creíamos posible que esta ley saliera antes de diciembre, cuando teóricamente iban a ser las elecciones, ya que estaba incluida en el programa de gobierno.
Tenemos contactos y buena relación con todos los grupos políticos y ninguno se esperaba que esto ocurriera, pero posiblemente tampoco contaban con los resultados electorales del 28 de mayo.
¿Cuáles serán los próximos pasos de la CUBP?
El 29 de mayo, enviamos una carta a todos los grupos políticos para reunirnos de nuevo con ellos para que incluyan en sus programas de gobierno sacar adelante una ley marco de bomberos con el texto actualizado que les haremos llegar.
Se lo vamos a dar todo hecho para cualquiera que gobierne la saque adelante. Quizás surjan problemas, porque algunos de los diputados que eran nuestros interlocutores ya no estarán.
¿Con qué solución estarían satisfechos?
Sería más que suficiente disponer de una norma básica que establezca qué es ser bombero, cuáles son nuestras funciones y nuestras competencias.
La situación ideal sería que fuese un proyecto de ley o se aprobara como decreto ley y que no se tuviera que negociar, porque alguien siempre encontraría impedimentos de algún tipo, a pesar de que nuestro proyecto no se mete en aspectos económicos.