El Ayuntamiento de Castellón, a través del Área de Seguridad Pública y Emergencias, ha licitado inversiones por un millón de euros para mejorar la dotación del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), una inversión que se suma a otras ya realizadas para adquirir material de última generación para las labores de extinción de incendios.
Así, en estos momentos está en proceso de licitación el suministro de un vehículo autobomba rural pesado por 400.000 euros, un vehículo autobomba urbana pesada por 403.000 euros, y cuatro vehículos ligeros con tracción total por 200.000 euros. En total, inversiones por más de un millón de euros (IVA incluido) para renovar la flota destinada a labores de extinción de incendios.
En este sentido, el consistorio prevé adquirir un vehículo autobomba urbana pesada (BUP) con tracción total y totalmente nuevo para destinarlo a la extinción de incendios urbanos e industriales, así como a tareas de rescate y salvamento. Actualmente, el servicio cuenta con cuatro de estos vehículos, pero con la consideración de “ligero” (1.500 litros), por lo que el área de Seguridad Pública y Emergencias quiere sumar una autobomba con capacidad de 3.500 litros de agua de extinción.
Asimismo, se ha licitado la adquisición de otro vehículo autobomba rural pesado (BRP) con tracción total para la extinción de incendios forestales, de vegetación y de interfaz urbano-forestal, que pueda intervenir en todo tipo de situaciones meteorológicas. Actualmente, el SPEIS cuenta con dos de estos vehículos y el objetivo es la adquisición de uno nuevo para sustituir a uno de ellos por contar ya con más de veinte años de antigüedad.
Por último, se ha licitado la adquisición de cuatro vehículos ligeros con tracción total para la utilización en actividades ordinarias y en situaciones de emergencia por parte del SPEIS.
Cabe recordar otras inversiones realizadas recientemente para mejorar la dotación y las condiciones de trabajo del personal del servicio de bomberos municipal como han sido la adquisición de dos visores térmicos de última generación para la inspección y localización de fuegos en espacios confinados con nula visibilidad, cuatro visores térmicos individuales, dos bombas de primera salida, dos ventiladores de presión positiva con autonomía cercana a una hora, máscaras de protección respiratoria para incendios de vegetación, diez nuevas capuchas de escape para rescate de víctimas en incendios que impida la entrada de humo y gases, cuatro nuevos trajes de protección química, tres escaleras telescópicas, camillas, etc. Además, también se han adecuado las instalaciones del Parque de Bomberos con la dotación de un gimnasio.