PANTER FORZA
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El plazo de atención desde la comunicación de los síntomas hasta la hospitalización del paciente de 47 minutos, tiempo considerado óptimo por la iniciativa internacional ‘Angels’.

Profesionales del Distrito Sanitario Granada Metropolitano, del Centro de Emergencias Sanitarias 061 y del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada han desarrollado un simulacro para analizar la capacidad de respuesta ante un ictus. Este ejercicio tiene como objetivo analizar el recorrido que sigue un paciente desde que se pone en contacto con los servicios de emergencias hasta que ingresa en la Unidad de Ictus para detectar áreas de mejora e implantarlas en el protocolo de actuación.

El simulacro finalizó con resultados muy positivos en cuanto a tiempos de respuesta y atención. Así, desde el primer aviso a la sala de coordinación del 061 hasta la hospitalización del paciente en la unidad de ictus del Clínico San Cecilio transcurrieron 47 minutos. Asimismo, el tiempo transcurrido entre la llegada del paciente al hospital y el inicio del tratamiento fue de 24 minutos. Ambos tiempos son considerados óptimos por los responsables del proyecto Ángels, una asociación de expertos internacionales que impulsa este ejercicio y que promueve mejoras en la atención a esta patología. Las guías internacionales de actuación ante un ictus aconsejan tiempos desde la llegada al hospital hasta el inicio de tratamiento intravenoso de menos de 60 minutos y preferentemente menos de 45 minutos.

En el ejercicio de simulación, un varón comienza a desarrollar síntomas de un posible ictus en el gimnasio mientras realiza un entrenamiento en compañía de su hermano. Es entonces cuando los responsables del centro deportivo dan aviso al 061. A través del centro de coordinación de urgencias y emergencias del 061 de Granada se informa al Servicio de Urgencias de Atención Primaria del Zaidín que moviliza a un equipo formado por profesionales médicos, enfermeros y técnicos de emergencias sanitarias que lo atienden sobre el terreno y preparan su traslado al hospital.

Posteriormente, el paciente es trasladado al Clínico San Cecilio donde lo reciben profesionales de Urgencias y de Neurología para su estabilización y se evalúa la gravedad del daño neurológico causado por el ictus. Tras esta fase los profesionales de Radiodiagnóstico junto a los de Neurología continúan realizando pruebas para conocer el estado del paciente, optando por el inicio de tratamiento intravenoso en la sala de radiología para la disolución del trombo que ocluye la arteria (trombólisis). Finalmente es ingresado en la Unidad de Ictus del Hospital.

En la atención al paciente en el lugar del ictus se han analizado diversos aspectos como los tiempos de llegada del equipo sanitario y de comienzo de la asistencia; sistema de prealerta al neurólogo de guardia, así como el manejo del paciente (medición de constantes, test realizados en la ambulancia) y su traslado al hospital.

Por su parte, ya en el Clínico San Cecilio los puntos objeto de análisis han sido la transferencia al box de críticos, la atención recibida en radiodiagnóstico, la hora de envío de muestras al laboratorio y resultados, la hora de inicio del tratamiento intravenoso o su proceso de hospitalización en la unidad de ictus, entre otros aspectos. El escenario ha permitido poner en práctica la integración de los protocolos de actuación de cada uno de los intervinientes en la atención a un paciente de estas características, la activación del denominado código Ictus y su atención posterior en el hospital de destino.

Unidad específica de Ictus

El Hospital Clínico San Cecilio cuenta desde octubre de 2021 con una unidad de atención especializada de ictus que da cobertura al alrededor de 500.000 personas del sur de la provincia de Granada y que desde su entrada en funcionamiento ha registrado alrededor de 347 ingresos. Tiene capacidad para atender simultáneamente a cinco pacientes aplicando tratamiento mediante trombólisis intravenosa y, además, cuenta con un protocolo de derivación al Hospital Neurotraumatológico y de Rehabiltación para aquellos pacientes que requieren una trombectomía. De esta forma se garantiza el seguimiento permanente de su evolución y se contribuye a reducir las secuelas en las personas afectadas por esta enfermedad.

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