El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) ha desplegado los nuevos Equipos de Coordinación Clínica y Operativa (ECO) en la Región Metropolitana Norte (ECO-1) y en la Región Metropolitana Sur (ECO-2).
Las nuevas unidades, ya activas en la ciudad de Barcelona desde el 2019 (ECO-0), actúan en la calle, apoyando 24 horas los equipos de las ambulancias en aquellas situaciones más complejas a nivel clínico y operativo, consolidando así la segunda respuesta asistencial . Se trata de equipos formados por profesionales con una alta experiencia y capacitación que, además, realizan a la vez tareas de supervisión y de coordinación en su territorio de actuación.
Los equipos apoyan al equipo de mandos territoriales del Sistema de Emergencias Médicas en determinadas tareas delegadas. Por este motivo, llevan distintivos que los identifican como interlocutores principales con los otros cuerpos como los mozos de escuadra, los bomberos, la guardia urbana o la policía local.
Una de las funciones de los equipos ECO, es hacer de enlace entre la Central de Coordinación Sanitaria del SEM (CECOS) y los equipos de la calle, así como de los diferentes dispositivos en la calle entre ellos. Esto permite tener una trazabilidad y un control continuo de la situación y optimizar los recursos.
Otras tareas de las unidades ECO son la mediación y la gestión de conflictos y el acompañamiento presencial o telemático a las unidades que están de guardia en ese momento.
La expansión de este modelo en las regiones metropolitanas Norte y Sur debe permitir apoyar estas áreas, densamente pobladas, con un recurso altamente cualitativo, reforzando así la capacidad de respuesta de los equipos actuales.
Unidades altamente especializadas
Las unidades ECO están formadas por un equipo de profesionales seniors del SEM formado por un médico y un técnico en emergencias sanitarias (TES) con una larga experiencia y la más alta capacitación técnica.
Los equipos ECO trabajan con un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) con funciones y material de electromedicina específico y de última generación que permite dar soporte tecnológico a situaciones complejas. En el diseño de las necesidades de la unidad han participado activamente los mismos profesionales.
Así pues, los vehículos están equipados con el material habitual para una intervención y llevan, además, medicación y equipamiento específico como fibroscopio, ecógrafo, explosímetro, analizador de gases sanguíneo.
Una primera experiencia de éxito
Durante el primer año de servicio en Barcelona, ??la ECO-0 realizó una media de 384 servicios al mes, 12-13 al día.
Una encuesta de valoración de los profesionales que trabajan en las unidades a pie de calle ha valorado muy satisfactoriamente su labor de apoyo. De hecho, un 93% de ellos cree que es necesario como referente en la calle y un 92% que ayuda a dimensionar el dispositivo, priorizando actuaciones, informando de la situación cuando se trata de incidentes tiempo-dependiente, recogiendo indicativos y haciendo de puente con la Central de Coordinación Sanitaria, entre otros.
El 89% de los encuestados también afirma que, en los incidentes con pacientes críticos, la ECO participa ayudando en la toma de decisiones, y en la utilización de técnicas complejas y de material específico.
A partir de esta primera experiencia del ECO-0, altamente positiva, se ha impulsado el desarrollo de estas unidades en las regiones metropolitanas Norte y Sur, ambas con una densidad vial y poblacional muy importante y que a partir de ahora cuentan con un recurso de apoyo muy cualitativo para las unidades que operan en la call