Las máquinas están en continua evolución, los estándares cada vez implementan nuevas medidas de seguridad y las personas que realizan operaciones con ellas también deben reciclar algunos conocimientos para estar al tanto de las novedades tecnológicas.

Si algo caracteriza a los vehículos destinados al servicio de extinción de incendios es la versatilidad y la capacidad de albergar, para casi cualquier operación, el material que se necesita. Pero también es cierto que algunas unidades son diseñadas y fabricadas para desarrollar actividades muy específicas, como rescate, bombeo, riesgo químico, etc.

En esta colaboración vamos a tratar uno en concreto, que sin tener una especialidad definida dispone de un equipo muy particular. Hablamos de los camiones que equipan grúas hidráulicas articuladas (GHA), ya sea tras la cabina del camión como tras la carrocería (voladizo posterior), para la elevación o manipulación de pequeñas y ya en muchos casos, grandes cargas.

Si no lo has leído o si ya lo hicisteis, recomendamos la lectura de la estupenda colaboración que desarrolló Manuel Rujas en la publicación de Servicios de Emergencia en el mes de enero de 2019, donde Manuel, trató con mucho acierto, las máquinas utilizadas para la elevación de grandes carga, desde la perspectiva de la seguridad y la prevención.

La tecnología y la seguridad ha marcado la evolución de los diferentes tipos de grúas, pero en concreto, la versatilidad y la gran capacidad de elevación que desarrollan las GHA actuales, sumado a la posibilidad de disponer de una carrocería en el camión, ofrecen un plus de funcionalidad a este tipo de máquinas.

La combinación de GHA con carrocería caja abierta o sistema hidráulico de elevación de contenedores, junto con el tradicional sistema de caja compartimentada con grúa en voladizo posterior del camión, entra a formar parte del parque de vehículos con mayor frecuencia.

Estas GHA o grúas cargadoras actualmente disponen de un estándar para su diseño y fabricación (UNE-EN 12999:2011+A2:2018), pero no existe estándar ni regulación específica para la formación de sus operadores. Las GHA no son grúas autopropulsadas y no les resulta de aplicación la ITC «MIE-AEM-4» del Reglamento de aparatos de elevación y manutención.

La evolución tecnológica de las máquinas que se apoyan en un estándar de normalización sumado al uso continuado de las mismas, son grandes argumentos para la seguridad, pero a todas luces, son insuficientes. Por tanto, el sector de la elevación de cargas ha considerado muy oportuno trabajar en una estándar formativo tal y como existe ya para los operadores de grúas de elevación de personas (PEMP) (UNE 58923:2020) y que tan buen resultado ha dado.

Sobre estas líneas, queremos informar al lector que está a punto de ver la luz ese estándar de formación que permitirá la obtención de un carné de operador específico para GHA, en base a una formación teórica y práctica.

Como ocurre con otros tipos de máquinas, la norma también tendrá en cuenta la experiencia del operario para valorar el uso continuado de estas máquinas, lo que le permitirá convalidar parte de la formación reglada.

Las máquinas están en continua evolución, los estándares cada vez implementan nuevas medidas de seguridad y las personas que realizan operaciones con ellas también deben reciclar algunos conocimientos para estar al tanto de las novedades tecnológicas.

No podemos olvidar tampoco que las grúas se integran en un vehículo que dispone posiblemente de otras máquinas y en su caso espacio para el transporte de mercancía, lo que supone un gran trabajo de planificación por parte del usuario para encontrar el vehículo adecuado y que cada elemento o función pueda trabajar. Sin olvidar tampoco que seguro será necesario un gran trabajo de diseño del carrocero en conjunto con los fabricantes de los equipos para encontrar la combinación perfecta: fiable y segura.