La Psicología de Emergencias es un ámbito profesional cada vez más presente en la sociedad actual, como bien muestran los medios de comunicación. Esto es así porque, por una parte, ha quedado patente que los sucesos vitales no solo atentan contra la integridad física de las personas, causan daños materiales o cuantiosas pérdidas económicas, sino que también generan un profundo impacto emocional en las personas afectadas, en los equipos de intervención y en la comunidad en general, impacto que puede acarrear importantes consecuencias a corto y largo plazo; y por otra, porque se ha reconocido la importancia que una pronta intervención tiene en la recuperación psíquica/psicológica de los afectados.
UN POCO DE HISTORIA
Si bien no hay un único origen en la Psicología de Emergencias (la intervención psicológica en crisis y emergencias siempre ha formado parte de propio hacer del psicólogo) si hay que señalar algunos de los hitos que forman parte de la historia de esta nueva área de conocimiento.
En primer lugar, los trabajos de investigación de Eduard Stierlin sobre las reacciones psicológicas de 21 supervivientes de un accidente minero (1905) y de 135 personas dos meses después del terremoto de Messina (Italia, 1908).
En los años cuarenta, los trabajos de Eric Lindermann (1944) con los supervivientes y con las familias de los fallecidos tras el incendio del Club Nocturno Coconut Grove en Boston. Sus informes sobre los síntomas psicológicos de los sobrevivientes se convirtieron en la base de posteriores teorizaciones acerca del proceso de duelo.
Por otro parte, los trabajos de Friedman y Linn (1957) con los supervivientes del barco “Andrea Doria”. Sus conclusiones subrayan la importancia de tener en cuenta las diferentes respuestas de los afectados dependiendo de la fase en la que se encuentren (choque inicial o recuperación). O, en los 60, Los trabajos de Lifton Robert sobre los problemas psicológicos a largo plazo tras el bombardeo atómico en Hiroshima.
Finalmente, la publicación en 1970 por la Asociación de Psiquiatría Americana del manual de “Primeros Auxilios Psicológicos en casos de Catástrofes” también supuso una pieza clave en la historia de esta disciplina.
Pero, en España, la psicología de emergencias comienza a ser conocida mucho más tarde. Si bien ya en 1971 encontramos iniciativas de atención en crisis como las ofrecidas por el Teléfono de la Esperanza, no es hasta principios de los años 90 cuando los dispositivos de Protección Civil empiezan a incorporar psicólogos en los planes de actuación ante las emergencias, aunque dentro de una orientación más psicosocial que psicológica. Será el desastre ocurrido el verano de 1996 en el camping de las Nieves en Biescas (Huesca) el que marque un antes y un después en este tipo de intervenciones. Por primera vez en nuestro país se da una demanda social de ayuda psicológica de características nuevas y, posteriormente, una valoración positiva de la intervención de los psicólogos por parte de los afectados y de los medios de comunicación. La presencia de psicólogos pasa a considerarse como un recurso humano más en una gestión eficaz de la catástrofe. Y esto también tiene su reflejo en los Colegios Oficiales de Psicólogos de España, donde empiezan a surgir paulatinamente los Grupos de intervención psicológica en emergencias.
FUNCIONAMIENTO
El objetivo principal de la psicología de emergencias es la intervención tras situaciones de elevado impacto emocional, en el lugar del suceso y en los minutos u horas posteriores. Desde SERVICIOS DE EMERGENCIA, hemos decidido tomar como ejemplo el funcionamiento de la unidad psicológica de SAMUR-PC, una de las unidades con mayor trayectoria en este aspecto, cuenta con áreas muy bien definidas, recursos específicos, metodologías, etc.
Esta disciplina se encuentra actualmente en auge ante la necesidad de intervención en el campo de la emergencia de profesionales que realicen una asistencia psicológica adaptada a las situaciones críticas propias de este ámbito. Desde esta perspectiva, SAMUR-Protección Civil adquiere como compromiso con los ciudadanos en su Carta de Servicios "mantener un servicio de apoyo psicológico en el lugar de la actuación para situaciones de especial impacto emocional las 24 horas del día, los 7 días de la semana". Para ello cuenta, desde el año 2003, con un equipo de 6 Psicólogos de Guardia que mantienen la operatividad en turnos de 24 horas, con el apoyo del equipo psicosocial formado por voluntarios de Protección Civil.
El equipo de Psicólogos de Guardia ha ido consolidando su trabajo desarrollando sus funciones en diferentes áreas.
ÁREA ASISTENCIAL
El Psicólogo de Guardia forma parte del operativo de SAMUR-Protección Civil y tiene asignadas entre sus funciones prestar asistencia psicológica de urgencia en todas las situaciones potencialmente traumáticas por el alto impacto emocional que pueda causar el suceso a familiares del paciente, testigos o implicados en el mismo o en aquellas donde el psicólogo sea el recurso más idóneo, según se especifica en el Manual de Procedimientos.
La función asistencial se ejerce desde un modelo integral y multidisciplinar (atención sanitaria y psicológica), realizada in situ en los primeros instantes tras un suceso traumático. La intervención psicológica está basada en el marco teórico del enfoque preventivo de la intervención en crisis como primera ayuda psicológica, siguiendo las directrices marcadas en los Procedimientos de Asistencia Psicológica.
Los objetivos principales de esta intervención psicológica después de un suceso traumático son, Minimizar el impacto psicológico a corto plazo; facilitar un adecuado enfrentamiento ante situaciones potencialmente generadoras de estrés por su alto contenido emocional; disminuir la probabilidad de aparición de un trastorno psicopatológico en aquellas personas que han sido pacientes directos, indirectos, implicados, familiares, amigos o allegados en sucesos traumáticos e inesperados; informar y orientar sobre recursos específicos de ayuda; y fomentar el acceso de la población de riesgo a la red asistencial sanitaria.
Además, en SAMUR-PC cuentan con la Unidad de Intervención Psicológica (UPSI), un vehículo adaptado a las circunstancias en las que se desarrolla la labor profesional del psicólogo de emergencias. Este vehículo cumple las funciones de aislar al paciente de la situación impactante generadora de estrés y de la presión social. Otra función es preservar su intimidad, creando al mismo tiempo un ambiente adecuado para que pueda desahogarse emocionalmente, comunicarse con otros familiares. etc.
ÁREA DE FORMACIÓN
La actividad docente en el campo específico de la psicología de emergencia se desarrolla como:
Formación interna:
-Formación específica teórico-práctica sobre primeros auxilios psicológicos y procedimientos de asistencia psicológica a los componentes del equipo psicosocial pertenecientes al cuerpo de voluntarios de Protección Civil.
– Acciones formativas en CIFSE (Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias) a sanitarios, bomberos, policías municipales agentes de movilidad y voluntarios de Protección Civil.
Formación externa:
-Sesiones en diferentes cursos de formación relacionados con la psicología de emergencia en universidades, Colegio Oficial de Psicólogos, Escuela Nacional de Protección Civil, etc…
-Acciones formativas a cuerpos de seguridad.
-Tutorías prácticas en intervenciones con alumnos de diversas Instituciones: UCM, UAM, EMISAN, PIR…
– Las Jornadas Municipales de Psicología de Emergencia que se celebran anualmente desde el año 2011, abordando temas monográficos de la psicología son valoradas como un referente en este ámbito y constituyen un lugar de encuentro y de intercambio de experiencias de profesionales de diferentes estamentos.
ÁREA DE APOYO PSICOLÓGICO A LOS INTERVINIENTES DE SAMUR-PC
La tarea de emergencias lleva implícita la exposición a situaciones de alto impacto emocional que pueden alterar el bienestar del profesional. En este sentido, se desarrollan cursos de formación sobre afrontamiento del estrés laboral y estrés postraumático como medida de prevención primaria. Estas actividades dotan a los intervinientes de estrategias y habilidades que les capacitan para su labor diaria.
Desde SAMUR-PC, también se ofrece apoyo psicológico inmediato en situaciones límite y orientación psicológica individual prestando asistencia especial a los intervinientes que han participado en situaciones con múltiples víctimas tanto en nuestra ciudad como en las misiones de ayuda humanitaria en el extranjero.
ÁREA DE INVESTIGACIÓN
Dentro de esta área se plantean estudios sobre temas relacionados con Psicología de Emergencia y se participa en congresos y jornadas y se realizan publicaciones en revistas especializadas.
Colaboración en proyectos internacionales financiados con fondos de la Unión Europea como el proyecto OPSIC (Operationalising Psychosocial Support In Crisis) donde se ha participado como socios y usuarios finales.
OTRAS ACTIVIDADES
El equipo de psicólogos de Guardia junto con el equipo psicosocial participa en el calendario de simulacros de AENA para poner en práctica el procedimiento de salas de ilesos y familiares del Plan de Actuación ante emergencias en caso de accidentes de aviación civil comercial y forma parte de la mesa psicosocial creada para la organización y coordinación en caso de accidente aéreo en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas.
INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL EN EMERGENCIAS MASIVAS/DESASTRES
La intervención más reseñable en nuestra historia es la labor realizada tras los atentados del 11 de Marzo de 2004. SAMUR-Protección Civil fue el responsable de la coordinación de la intervención psicológica realizada en el Recinto Ferial de Madrid (IFEMA). Junto a otras instituciones se atendieron más de 200 familias afectadas. Posteriormente, se trabajó de forma individual y grupal con 75 intervinientes sanitarios de SAMUR-Protección Civil y con 141 bomberos.
Otra intervención destacable es la realizada tras el atentado en la terminal T4 de Barajas. Se acompañó a los familiares de las víctimas en el aeropuerto, hotel, instituto anatómico forense, y durante el entierro de los restos en Ecuador (dos equipos se desplazaron hasta allí para acompañar a las dos familias).
En el terremoto de Perú, en agosto de 2007, un equipo de psicólogos formó parte del contingente desplazado al lugar. Su labor consistió en intervenir con las víctimas así como en prestar apoyo al resto de profesionales sanitarios.
Otro importante dispositivo de intervención se organizó el 20 de agosto de 2008 con motivo del accidente aéreo que ocasionó 154 víctimas mortales. La intervención psicológica con familiares y allegados se produjo desde el primer momento en el aeropuerto de Barajas, realizándose 274 asistencias psicológicas y 99 procesos de notificación y acompañamiento a familiares durante ese día y los siguientes en IFEMA, hotel Auditorium y Cementerio de la Almudena. Otro frente importante se dedicó al seguimiento de los sanitarios intervinientes de SAMUR-Protección Civil.