La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad ha celebrado, en la sede de Protección Civil de Madrid, la V Jornada sobre Urgencias por Consumo de Sustancias Psicoactivas en la Comunidad de Madrid, en la que expertos en la materia se dieron cita para analizar los resultados del último informe sobre el tema y actualizar los conocimientos sobre aspectos clínicos y legales.

La directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, inauguró el encuentro acompañada por el director general de Emergencias y Protección Civil, Enrique López, la subdirectora general de SAMUR-Protección Civil, Carmen Camacho y la subdirectora general de Epidemiologia, María José Esteban.

Durante la jornada se informó de los urgencias registradas por consumo de sustancias psicoactivas en los siete hospitales que lo monitorizan: Fundación Jiménez Díaz, Hospital Universitario Ramón y Cajal, Hospital Universitario Gregorio Marañón, Hospital Universitario de la Princesa, Fundación Hospital Alcorcón, Hospital Universitario 12 de Octubre y Hospital Universitario de Getafe,  así como las personas atendidas por los servicios de emergencias SUMMA 112 y SAMUR.

En 2018 se registraron 1.262 episodios de urgencias por consumo de sustancias psicoactivas, atendidos por los servicios de emergencias SUMMA 112 y SAMUR, y por otro lado 1.104 episodios de urgencias hospitalarias como consecuencia del abuso del consumo de estas sustancias.

Se observa un incremento del cannabis y una disminución de los hipnosedantes, siendo las principales sustancias relacionadas con el episodio de urgencias, el alcohol (63%), la cocaína (27%) y el cannabis (21%). Tendencias que no difieren de los datos nacionales

En 2018 se produjeron en la Comunidad de Madrid 99 fallecimientos (en los hospitales monitorizados). La principal sustancia psicoactiva ilegal detectada en los análisis toxicológicos fue la cocaína (56%). En un 46% de los fallecidos se detectaron opioides y en el 7% cannabis, mientras que el alcohol se asoció al consumo de otras sustancias psicoactivas (42% de los fallecidos). Si bien se observa una tendencia descendente del número de fallecidos desde 2007, en los últimos años, ha aumentado la proporción de fallecidos en los que se detectan cannabis y alcohol.

En cuanto a la mortalidad por reacción aguda a sustancias psicoactivas, en 2018 se produjeron en la Comunidad de Madrid 99 fallecimientos, de los cuales el 69% eran hombres, con una edad media de 47 años y el 60% solteros. Si bien se observa una tendencia descendente del número de fallecidos desde 2007, en los últimos años, ha aumentado la proporción de fallecidos en los que se detectan cannabis y alcohol.

Respecto al tratamiento de pacientes por consumo de sustancias psicoactivas en nuestra Comunidad, cabe señalar que en 2018 un total de 20.202 pacientes recibieron tratamiento por su consumo de sustancias en los centros de atención a drogodependientes de nuestra región

Programas de Prevención
La Dirección General de Salud Pública va a reforzar los programas de prevención frente a las sustancias adictivas, y en estos momentos prepara una campaña de concienciación y sensibilización sobre los daños producidos y los riesgos asociados al consumo de alcohol que estará dirigida a distintos sectores sociales (adolecentes, madres y padres, y población general) y promover conductas y hábitos de vida saludables

Este programa se sumará a los que lleva a cabo en la población infanto-juvenil, la más vulnerable, y en el ámbito familiar, educativo y de ocio. Entre otros se encuentra el dispositivo Drogas o Tú, un bus itinerante que recorre la región madrileña para sensibilizar a los adolescentes y población en general. También destacan diversas intervenciones que se realizan en el entorno educativo y familiar.

Además, en el pasado curso escolar, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid desarrolló una Campaña de Prevención del Consumo de Cannabis, dirigida a los alumnos de 1º a 4º de la ESO para reducir el consumo de esta sustancia a través del conocimiento sobre los efectos del cannabis en la salud, y reducir además la injustificada percepción en la sociedad y especialmente en los menores, sobre la “normalidad” de los consumos de drogas, fundamentalmente de cannabis.