Los primeros conceptos de incubadora aparecen a finales del siglo XIX, cuando concienciados de la importancia del control de la temperatura en bebés prematuros para su supervivencia, se desarrollan diferentes inventos, al cual más peculiar, emulando el funcionamiento de incubadoras para la cría de pollos. El ginecólogo parisino Stéphanes Tarnier fue pionero en conseguir un aparato capaz de mantener el calor corporal de los recién nacidos. Pero en lo que nos concierne, lo relativo al transporte y traslado de los neonatos, nos remontamos al año 1933, en Chicago, cuando el Dr. Couney donó una ambulancia con el fin de trasladar niños y neonatos, preocupado por la falta de recursos y la necesidad de atención de un grupo poblacional frágil y con escasos centros especializados para su tratamiento. Hay que esperar hasta 1948 para encontrar, por primera vez, una ambulancia adquirida específicamente para el traslado neonatal con incubadora y personal cualificado en la materia. J.L. Pragel patentó en 1949, en Missouri, la que fue al parecer una de las primeras incubadoras de traslado.
Construida en acero inoxidable, permitía vigilar al bebé por una pequeña ventana de plástico. Contaba con aporte de oxígeno y un termómetro en el interior. Pocos años después, en 1958, ante un problema relacionado con la distancia a cubrir, se atrevieron a volar en helicóptero con un recién nacido; tras conseguir, no sin quebrados de cabeza, una termorregulación adecuada. Finalmente, en 1967 se consigue adaptar una incubadora en un helicóptero, en lo que se consideró el primer traslado neonatal en aerotransporte de la historia.
Medios de transporte neonatal
La opción más utilizada es la terrestre, en ambulancias de soporte vital avanzado, pues las distancias a cubrir no suelen ser excesivamente largas. En la mayoría de las ocasiones se trata de traslados secundarios interhospitalarios, en la búsqueda de un centro cualificado para responder a una urgencia neonatal tras el parto. No obstante, cuando por distintos motivos la distancia a recorrer es considerable, el aerotransporte es una opción importante a tener en cuenta, a pesar de ciertas limitaciones y diversas desventajas; principalmente la falta de espacio o de instalaciones adecuadas. El ruido, las vibraciones y la capacidad de presurización de la cabina también pueden ser problemáticos; así como la disponibilidad de personal especializado. Pero cuando el tiempo apremia, la ventaja en los tiempos de respuesta del aerotransporte los convierte en la mejor elección; por ello se van adaptando y equipando estos aparatos en diferentes servicios de urgencias y emergencias de nuestro país.
El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) dispone de un helicóptero de traslados pediátricos medicalizado que cubre toda Cataluña durante el día. La tripulación sanitaria está formada por médicos y enfermeros de la unidad de críticos pediátricos del hospital de Sant Pau. La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias de la Consejería de Salud andaluza (EPES-061) dotó en el año 2010 a dos helicópteros medicalizados, uno en Baza, Granada, y otro en Málaga, de dos incubadoras adaptadas especialmente para el aerotransporte, pudiéndose utilizar también para traslados terrestres.
La versión más extraordinaria es la del avión medicalizado para traslados de largas distancias, casi siempre repatriaciones o viajes internacionales a centros específicos altamente cualificados. En estos casos están muy bien equipados y adaptados con dotación humana especializada y material acorde a las necesidades del traslado. Lógicamente, son contados estos traslados, y estas unidades limitadas, ya que se encuentran en manos de aseguradoras privadas en aeropuertos concertados.
VEHÍCULO TERRESTRE DE TRANSPORTE NEONATAL
Como dije anteriormente, son ambulancias de tipo C, UVI móviles, las que se dotan y equipan para la realización de estos traslados, y en ellas me voy a centrar.
Dotación especializada
Durante años se ha buscado que, independientemente de la formación del personal sanitario que trabajan en las unidades de urgencias y emergencias de las distintas consejerías de cada Comunidad Autónoma, pudiese haber un acuerdo con hospitales de referencia para que un número determinado de neonatólogos pudiesen estar disponibles para añadirse al equipo y garantizar, de este modo, la mejor atención al neonato durante un traslado. Se ha logrado en diferentes comunidades, aunque cierto es que aún quedan muchas por ofrecer un servicio a la altura de lo que se esperaría. Cada Comunidad Autónoma es competente a través de su consejería para disponer del presupuesto asignado, y bien, ya sea por falta de presupuesto, o de una gestión oportuna, no se ofrece de manera nacional.
SUMMA112 cuenta con el Plan de Transporte Neonatal de la Comunidad de Madrid, que ha ido mejorando en la calidad asistencial hasta conseguir un servicio de calidad contrastada. Cuenta con tres incubadoras y recientemente ha adquirido otra de última generación especialmente diseñada y equipada para los traslados neonatales, adaptable para ambulancia y helicóptero. Seis neonatólogos forman parte del programa desde cuatro hospitales de referencia. El hospital La Paz aporta, junto al Doce de Octubre, dos médicos cada uno. El hospital Clínico Universitario y el Gregorio Marañón, con un médico cada uno completan este grupo de profesionales, asegurando la asistencia especializada los 365 días del año.
Los Técnicos en Emergencias Sanitarias adscritos a este servicio, reciben un curso formativo sobre el manejo y características de la incubadora y del resto del material de electromedicina, así como de los traslados neonatales y funciones específicas a realizar; siendo su labor fundamental para el correcto desarrollo del traslado.
Carrozado y equipación
El carrozado de las ambulancias de soporte vital avanzado que cubren la operatividad de los traslados neonatales, es el mismo que el de cualquier tipo C con pequeñas variaciones. Muchas de estas unidades van equipadas con un circuito independiente de aire medicinal, además del obligatorio de oxígeno y sus distintas tomas. Se añade al equipo la posibilidad de administrar óxido nítrico para recién nacidos a término con patologías relacionadas con la insuficiencia respiratoria, si no han respondido a los métodos de apoyo habituales. Incluye un maletín específico con material fungible y accesorios al efecto. Hay que asegurarse de que la instalación eléctrica sea capaz de soportar la demanda energética que exigirá un traslado con incubadora y demás aparatos de electromedicina que serán enchufados a las tomas de 220v del habitáculo, por lo que la empresa carrocera tendrá que ser informada para tomar las medidas oportunas. Las baterías de las incubadoras disponen de una autonomía que varía entre los noventa minutos y las seis horas según la información facilitada por diferentes fabricantes.
La camilla habrá de contar con las reformas necesarias que se adapten a la incubadora a portar, con sujeciones robustas y cintas de anclaje suficientes para asegurar el equipo en caso de accidente. En los últimos años se está optando por fabricar camillas específicas sobre las que se monta la incubadora directamente.
La ambulancia ha de ser espaciosa, lo suficiente para el libre desarrollo del personal sanitario dentro del habitáculo de traslado. Los modelos largos de furgonetas, con techo alto o sobre-elevado que ofrecen Mercedes Benz con su modelo Sprinters, o Iveco con su furgón Daily Euro 6, cumplen a la perfección con los requisitos necesarios con variedad de carrozados y versiones para los más exigentes. Otras marcas, como la nueva Ford Transit con su batalla L3, o incluso la L4, y su techo semi-elevado H2 o sobre-elevado H3 reúnen las condiciones óptimas para este propósito con consumos muy razonables. He de recordar que viajamos hacia un mercado que pronto pugnara por motores eléctricos, de los que hablaremos en un futuro muy cercano. No nos olvidemos del modelo TGE de MAN, que rueda fuerte por hacerse notar dentro del sector del transporte de medio tonelaje. Apuesta por la seguridad con sistemas de frenado de emergencia de serie que, combinada con la caja de cambios automática, (que siempre recomiendo), cuenta con una frenada casi completa en tiempos muy ajustados. Disponen también de una gran selección de soluciones de estructuras y carrocerías para cubrir todo tipo de necesidades.
Incubadora de traslado
La evolución es sorprendente. Desde las primeras incubadoras de transporte, como la mencionada al comienzo del artículo, con los años, se han ido añadiendo sustanciales mejoras ajustándose a los avances y progresos tecnológicos en medicina neonatal: monitorización continuada, oxigenoterapia y control digital de suministro, control de temperatura, sistemas de humidificación, respirador, sensores de oximetría, temperatura y calidad del aire…; así como baterías de última generación, que garantizan su funcionamiento si por algún motivo no se dispusiese de corriente eléctrica. Una amplia gama de accesorios y material que facilitan en gran medida la resolución de incidentes durante los traslados.
La empresa Dräger ha sido durante muchos años fabricante de referencia en material electromédico, y pionera en España en ofrecer incubadoras para hospitales y traslados. Como líder internacional en los campos de la tecnología médica y la seguridad, ofrece garantía contrastada tras casi ciento treinta años de experiencia.
Cuenta con dos modelos para traslados:
La TI500 Globe Troter, con un sistema integrado para ventilación, que puede configurarse con ventilación y oxigenación según sean las necesidades del paciente. Incluye un caudalímetro auxiliar por defecto, con un circuito manual añadido con el que se puede ventilar a gemelos en la misma incubadora. El compresor de aire integrado permite suministrar aire medicinal sin necesidad de transportar depósitos. Importante dado el peso de las incubadoras que ya de por sí es realmente considerable.
La cubierta acrílica es transparente y muy resistente, y los accesos al bebé cómodos y muy visuales. La luz de inspección integrada garantiza una iluminación de alta calidad.
Los mecanismos de fijación y caudalímetros se encuentran integrados, evitando tubos y cableado en el exterior. Para los traslados en muy importante, teniendo en cuenta el resto de aparatos de electromedicina que viajan acompañando a la incubadora y que proporcionan un buen número de conexiones a red, material fungible para bombas de perfusión, sensores, etc., con riesgo de enganches y atascos no deseados.
Tiene una altura de 54,8 cm por 129,5cm de largo y un peso final de 71,6kg. Incluido el compresor serían 83,9 kg. Como se puede intuir, los anclajes y medidas de seguridad han de ser recios y garantizar su fijación ante cualquier eventualidad. La batería del compresor es de gel recargable de 12v CC y 20 AH. Su duración, con un mezclador de oxígeno al 21% es de al menos tres horas.
El modelo de incubadora Globe Trotter GT5400 ha sido diseñado para todo tipo de transportes: ambulancia, helicóptero y avión medicalizado, cumpliendo con los requisitos y normativas vigentes. En aerotransporte para los sistemas de montaje del equipo eléctrico médico, seguridad básica y funcional, requisitos operacionales y técnicos de las ambulancias aéreas, e incluyendo el sistema de montaje DIN con sujeciones BUCHER. Para vehículos terrestres, siguiendo normativa sobre vehículos sanitarios y equipamiento para ambulancias por carretera.
Se han diseñado rigurosas normas de seguridad para proteger al bebé y al equipo de transporte en situaciones inestables, con un amortiguador que suaviza el impacto del movimiento durante el traslado. El confort del neonato está garantizado, con distribución del calor uniforme ante cambios repentinos de temperatura con un colchón al efecto. Instala un humificador activo que reduce el riego en patologías respiratorias.
Su longitud nominal es de 163,9cm y su anchura 57,8cm; con una altura máxima con la campana alta de 58,5cm. Su peso con todos los accesorios alcanza los 116kg. Admite como peso máximo del paciente 10kg.
Su rango de altitud en funcionamiento para los servicios de aerotransporte es de 3000m de altura sobre el nivel del mar.
La batería tiene una capacidad de 90 minutos con el calentador en funcionamiento. Puede incluir segunda batería. Son de plomo, ventiladas y recargables.
Existen otros fabricantes que ofrecen sus modelos de incubadoras de última generación para traslados, como la Airbone? Voyager Transport Incubator de International Biomedical que ha adquirido SUMMA112 de la Comunidad de Madrid recientemente. Es versátil y personalizable para añadir todos los dispositivos y equipos electromédicos que se precisen, tanto para vía terrestre como aérea. Cuenta con un excelente respirador Hamilton T-1, monitorización, dos columnas con un total de seis bombas de infusión, gran pantalla LED, colchón ergonómico y monitorización de temperatura del aire y del paciente; sistema de entrega de óxido nítrico, todo tipo de sensores y alarmas sonoras y visuales, así como múltiples accesos al bebé y una visibilidad de 360º. Mide 53,1cm de alto, por 48,3cm de ancho y 99,6 de largo. Pesa, libre de accesorios, 39,9kg. Se monta sobre una camilla especialmente diseñada para la incubadora por la empresa PROMEBA con bandeja de acero inoxidable y arco de refuerzo sobre ruedas giratorias. Con todos los accesorios supera los 100kg de peso.
La adquisición de unas u otras incubadoras dependerá una vez más de los gestores del transporte sanitario, o de las diferentes Consejerías si procede, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos. Existen Comunidades Autónomas, donde la única incubadora del hospital de la ciudad que solicita el traslado, es la que se adapta y acopla a la camilla de una unidad de SVA para su traslado. Por ello la importancia de que los fabricantes sigan diseñando incubadoras específicas de traslado y transporte, y así evitar posibles incompatibilidades garantizando la correcta y segura atención neonatal deseada.
Características del traslado
Cuando el neonato se encuentra en condiciones óptimas para ser trasladado y confirmada la recepción del paciente por el hospital de referencia, una vez comprobado que todos los elementos de electromedicina se encuentran enchufados y los parámetros son los adecuados, el vehículo puede salir hacia el hospital designado. En muchas ocasiones se requiere la ayuda de Policía o Guardia Civil para facilitar el acceso en horas de mucha afluencia de tráfico, dada la naturaleza del traslado. Es importante evitar aceleraciones y frenazos bruscos, practicando una conducción suave dentro de las posibilidades. En el habitáculo trasero el personal sanitario viaja de pie, controlando y pendientes en todo momento de las constantes del bebé y su evolución, pudiendo detenerse si hubiera necesidad a petición del personal facultativo para una mejor praxis. Una vez llegados al hospital, se traslada la incubadora sobre la camilla hacia la unidad correspondiente, donde se realiza la transferencia del paciente sin ningún riesgo gracias a la autonomía que le proporcionan las baterías.
Gracias a la avanzada tecnología de las incubadoras y por supuesto al equipo sanitario que realizan estos traslados, la calidad asistencial y humana está garantizada.