PANTER FORZA
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La mesa redonda “Equipos de intervención ante riesgos tecnológicos” contó con la participación de Dräger y Rosenbauer, dos de los fabricantes de más peso en el mercado nacional e internacional de los servicios de emergencia, quienes mostraron sus novedades en protección térmica y carrocerías. A ellos se sumó la Fundación Nacional de Transporte Sanitario con su proyecto de tele-emergencias desarrollado en Perú.

Estrés térmico en el uso de trajes químicos: Marisa López Hinojo, marketing manager Dräger Hispania. España.
Pese a que están desarrollados para proteger, los trajes químicos pueden terminar convirtiéndose en un arma de doble filo, ya que en su interior el ser humano está sometido a límites extremos de calor y humedad. Además, “si hablamos de equipos de emergencia, estas condiciones se ven agravadas por el equipamiento adicional -que puede llegar a pesar hasta 30 kilos- y los factores externos de temperatura y de estrés”, explicó Marisa López, Marketing Manager de Dräger Hispania. Una situación nada menor, ya que el incremento de la temperatura corporal en sólo 1ºC puede suponer alteración de las capacidades mentales y causar desorientación, delirio o pérdida de conocimiento. O cuando menos reducir los tiempos de reacción y alterar la coordinación sensomotora, algo que los servicios de emergencia no pueden permitirse.

Cuando hablamos de estrés térmico -situación en la que el cuerpo no puede regular por más tiempo la temperatura corporal- intervienen cuatro factores: temperatura exterior, esfuerzo, humedad y vestuario.  Éste último, en el caso de los trajes químicos, dramatiza las condiciones, ya que “para cumplir su función, un traje químico debe impedir la entrada de contaminantes, lo que también implica la no eliminación de lo que tenemos dentro”. Así, “lo que en principio era un EPI se puede convertir en un riesgo”.

De esta manera, la principal vía que tiene el cuerpo de eliminar calor, la evaporación o sudoración, se ve imposibilitada, con lo que se produce una subida importante de temperatura, lo que ha llevado al establecimiento de estrictas y poco prácticas normativas relacionadas con los tiempos de trabajo y descanso. “Claramente había que hacer algo”, señaló López.

Partiendo de la base de que un traje químico no debería impedir o dificultar el sistema de enfriamiento, a la vez que la movilidad del usuario debe verse afectada lo menos posible, la propuesta de Dräger evita los materiales de cambio de fase, por su peso y el incremento en el equipamiento, optando por una solución distinta: El traje en flujo de aire respirable con ventilación. Gracias a ella, aseguró Marisa, “conseguimos un efecto similar al de trabajar sin traje”.

Carrocerías CL y ET Rosenbauer: Rebeca Blázquez Ventero, directora comercial Rosenbauer Española. España.
Recordando a los asistentes que “podemos fabricar vehículos especiales para actuaciones muy diversas, como el vehículo tri-extintor (agua, espuma y polvo químico) o vehículos logísticos con equipamientos para situaciones especiales”, la directora comercial de Rosenbauer Española centró su presentación en las dos carrocerías estrella de la casa, “diferentes solamente en su tonelaje y novedosas para el mercado europeo”: Compact Line (CL) y Efficient Technology (ET).

Fabricada a través de paneles sandwish laterales y transversales, lo que la dota de una “superestructura extremadamente ligera y espaciosa”, la Compact Line representa “un concepto que pretende satisfacer y exceder las necesidades del cliente”. Con una distribución que puede cambiar según los requisitos planteados, ofrece soluciones a una amplia gama de vehículos con un peso entre 3,2 y 13 toneladas, desde furgones pequeños hasta vehículos con cabinas dobles, tanto integradas como de origen. Además, al trabajar con planchas de aluminio cortadas por láser, “no necesitamos el chasis para fabricar el camión, sólo hay que ensamblar, con lo que podemos tener la carrocería lista en una semana”. En cuanto a los movimientos, la superestructura integrada permite “un excelente estado de conducción”.

Por su parte, si bien aprovecha el saber hacer previo del fabricante (su núcleo deriva de la serie AT - Advanced Technology), la carrocería Efficient Technology también representa “un concepto de vehículo muy novedoso y modular”. Fabricada con la misma chapa de aluminio cortada por láser (una tecnología única desarrollada por Rosenbauer), su diseño flexible y las opciones predefinidas permiten combinar distintos niveles de complejidad con rapidez en las entregas. La eficiencia, por su parte, se asegura limitando su producción a cabinas dobles y de origen, utilizando componentes claves de la serie AT y gracias al diseño recto de la carrocería, que favorece una mayor capacidad de almacenamiento. A ello se suman otros atributos, como espacio adicional en el techo o un tanque con capacidad desde 2.000 hasta 5.000 litros. Finalmente, los materiales utilizados son “ligeros pero no débiles”, resumió la directora comercial de Rosenbauer, quien insistió en que “el sistema de montaje nos permite trabajar casi a la par en tiempo con el fabricante del chasis”.

“¿Qué queremos conseguir con esto? -concluyó Blázquez-. Simplificar los procesos de fabricación, estandarizar las unidades, localizar cada uno de los componentes para facilitar las reparaciones y reemplazos y alcanzar una mayor eficacia en el coste”.

Proyecto Tele-Emergencias de Perú (CGBVP): Javier Rodríguez Mercadilla. Patrono Fundación Nacional de Transporte Sanitario. España
Cuando la Fundación Nacional de Transporte Sanitario, entidad nacida en 2003 “fruto de la inquietud de un sector en las áreas de educación, desarrollo e investigación”, llegó a Perú hace no mucho tiempo, se encontró con que “el servicio de emergencias públicas lo desarrollaba el cuerpo de bomberos voluntarios”, que si bien “suplía la carencia de medios con la gran profesionalidad de todos sus integrantes”, no contaba con elementos tan básicos como un cuadrante de horarios o un equipamiento adecuado. El reto, por lo tanto, era importante pero alcanzable: “Traslada a ese cuerpo de bomberos tecnología que para nosotros es cotidiana”.

Así lo explicó Javier Rodríguez, patrono de la Fundación, agregando que “lo que llevamos allí es tan simple como un software de gestión de emergencias”. Transmisión de datos al fin y al cabo, algo que puede ser más o menos simple pero siempre es ineludible, sobre todo si hablamos de “el único servicio público de atención a urgencias y emergencias que funciona en el país”, y que recibe “más de dos millones de llamadas al año, un 97% de ellas falsas”. A partir de allí se estableció un centro coordinador que cuenta con atención las 24 horas y 9 módulos de despacho, ofreciendo cobertura a las regiones de Lima y Callao (con aproximadamente 15 millones de habitantes).  “El teléfono pasó a convertirse en algo complementario” y “cada operador pasó a contar con un sistema de radios, uno de atención de emergencias y uno cartográfico con GPS”, detalló Rodríguez, añadiendo que además de mejorar la propia gestión de las emergencias, el que dejaran de recogerse los datos a mano “mejoró mucho el seguimiento a posteriori de la intervención”.

Por resolver queda la segunda parte de la historia, ya que no es el centro coordinador quien asigna los centros de salud que recibirán a los pacientes, algo que se decide muchas veces (literalmente) sobre la marcha. Y un centro de salud puede no tener capacidad de respuesta en determinado momento... o no ser muy proclive a atender a un paciente insolvente.

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